El AOVE en Europa
Hoy me he decidido a escribir sobre mis grandes paseos por Europa. Lo hago desde un punto de vista profesional que no es otro que el mundo del aceite de oliva virgen extra.
Pasé el verano de 2013 en Francia, en Bergerac situado en la Dordogne en la región de Aquitania. Un lugar encantador que recomiendo donde podrás encontrar bosques, prehistoria y una rica gastronomía con productos artesanos y donde el consumo de aceite de oliva está bastante generalizado aunque de manera esporádica.
Encontrarás este producto en grandes cadenas de supermercado y en pequeños estantes. Olvídate de una calle llena de botellas de aceite de oliva. Hay que buscarlas. En pequeñas tiendas de alimentación simplemente no tienen.
Esta falta de productos o escasez de ellos se compensa con tiendas especializadas en productos gourmet donde podrás encontrar de todo, aunque prevalecen los productos italianos y también los producidos en el sur de Francia.
Al año siguiente, el paseo familiar fue por la Región de Las Árdenas, en Bélgica en una pequeña población, Izel, junto al río Semois. Es nuestra costumbre visitar los alrededores en excursiones de un día por lo que lo reducimos a un número limitado de kilómetros. Estos kilómetros incluían Luxemburgo.
Todos los viajeros solemos recomendar los lugares que visitamos. Yo también lo hago. Es una zona peculiar, muy influenciada por la batalla Verdun, de la Primera Guerra Mundial, y por la batalla de Las Ardenas, de la Segunda Guerra Mundial. Todos los pueblecitos tienen cementerios junto a las iglesias donde descansan los soldados de dichas guerras.
Al igual que en Francia, sólo se encuentra aceite de oliva virgen extra en grandes supermercados y su uso es bastante residual lo que se aprecia por el poco espacio que le dedican en los lineales. En las casas suelen tener una botella pequeña junto a las especias. El uso cotidiano en la cocina belga es el aceite de girasol.
Nuestro destino en el verano del 2015 fue Evercreech, en el Condado de Somerset en Reino Unido. Un lugar a poco más de una hora de Cardiff en Gales y a 15 minutos de Stonehenge. Es una zona agrícola y ganadera con pueblos pintorescos y mucha historia.
Existen pueblos muy pequeñitos y otros de más envergadura con todos los servicios y grandes superficies. Al ser zona agrícola, se venden muchos productos artesanales y ecológicos, mermeladas, mantequillas, verduras y todo de gran calidad al igual que su carne.
La forma de venta del aceite de oliva virgen extra sigue la tónica que describí en Francia y Bélgica y su uso también es muy residual. En poblaciones más grandes como Cardiff, Bristol o Winchester se encuentra fácilmente en sus lineales aunque poco producto y poca variedad prevaleciendo el aceite de oliva virgen extra italiano.
Por último hablaré del verano pasado, 2016, y de Hungría. Nuestro recorrido fue bastante amplio llegando hasta Eslovaquia al norte del Danubio. Os puedo decir que si Budapest es una preciosidad os sorprenderá esa otra Hungría con ciudades típicas y una explosión de la naturaleza. Será difícil encontrar una botella de Aceite de Oliva y mucho más Virgen Extra. Sólo en grandes cadenas y de forma residual. No está en su cultura el consumo de esta grasa.
Me gustaría resumir que en las cuatro culturas de las que he hablado el consumo de aceite de oliva virgen extra es muy esporádico, su uso es como condimento y creo que hay un gran recorrido de incremento del consumo si existe una política de información al consumidor de las ventajas saludables del Aceite de oliva por parte de los organismos responsables y por los grandes productores.
Acabo con un reconocimiento a las diferentes gastronomías de los diferentes países.
Los patés franceses, la forma de preparar el pato, sus verduras y sus vinos. Los mejillones, dulces y chocolates belgas. Los diferentes pasteles de carnes ingleses y el goulash húngaro que pude degustar en Esztergom con unas vistas del Danubio espectaculares.
A cada uno lo suyo. Otro día contaré otras cosas de otros lugares.
Ricardo Rodríguez- OliveClub
- Publicado en 2017-03-03 12:23:47